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domingo, 27 de diciembre de 2009

Mentira #10: Sólo usamos el 10% de nuestro cerebro.

Quizás sea cierto si aún seguimos creyendo que Santa Claus nos va traer lo que le pedimos para Navidad, pero según Barry Beyerstein, es en realidad un mito que data de inicios del siglo XX (1907, para ser exactos) y cuya paternidad se le atribuye erróneamente a Albert Eisntein.

"Querido Santa, para esta Navidad quisiera un acelerador de partículas"

Es curioso que aún se nos siga vendiendo esta idea, especialmente por aquellos que abogan por el desarrollo “total” de las capacidades de las personas, un negocio conocido hoy en día como la “Superación Personal”; y es que las evidencias son irrefutables, ya que las pruebas realizadas al cerebro (daño cerebral, escaneo cerebral, localización de funciones, análisis microestructural y estudios metabólicos) muestran que no hay regiones de cerebro vacías o sin utilizar y que cualquier incidente que lo afecte tiene consecuencias significativas y (en ocasiones) permanentes en el área de lenguaje, vegetativo y de personalidad.

Estoy feliz porque ya uso el 11% de mi cerebro

Es tanta la actividad en el cerebro, que el análisis microestructural ha detectado actividad en neuronas individuales, así como los estudios metabólicos muestran que no existen áreas durmientes.

De hecho algunas nunca duermen...

Así que si pensabas que con tiempo y entrenamiento podrías llegar a morderte el codo, ver en la oscuridad, o entender de física cuántica (o la serie de televisión Lost), no importa cuanto intentes, no podrás.

“Es increíble que en un cerebro tan pequeño, quepa tanta ignorancia.” Anónimo

Fuentes, enlaces adicionales y notas:

C. Vreeman, Rachel & E. Carroll. Aaron
Many common medical beliefs are untrue.
Medical myths BMJ Volume 335 pp 1288-9
21 - 28 December 2007
Puede requerir registro.

sábado, 31 de octubre de 2009

Mentira #8: El Cabello y las Uñas siguen creciendo después de muerto.

Hoy en día los precios de una manicura y un corte de cabello están de muerte.

Recurso cinemático recurrente, el cabello y las uñas de los cadáveres siempre ha sido algo corriente en las caracterizaciones de las películas, pero ¿que tan cierto es el hecho de que seguiremos visitando al barbero hasta mucho tiempo después de morir?

Según el antropólogo forense William Maples, cosas tales como uñas de 30 cm de largo en forma de bucle y cabello al estilo Rapunzel en los cuerpos en descomposición no son nada más que recursos visuales que buscan impactar más no son reflejo de la realidad.

Sin embargo, éste mito al igual que la mayoría, tienen en parte un origen lógico; según Maples, cuando el cuerpo se va deshidratando, especialmente en los procesos de desecamiento que suceden al ser los cadaveres enterrados en el desierto, hace que la piel se contraiga alrededor de los folículos capilares y las uñas, creado así la apariencia de que ambos han crecido, en gran parte por el contraste entre la piel y tejidos contraídos y la parte expuesta de pelo o uña.

Cabe anotar que el crecimiento del cabello y las uñas está ligado a una compleja regulación hormonal en vida de la persona que por obvias razones no continua después de la muerte.

"El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones. Y muere lo mismo: sin dientes, sin cabellos y sin ilusiones." Alejandro Dumas

Fuentes, enlaces adicionales y notas:

C. Vreeman, Rachel & E. Carroll. Aaron
Many common medical beliefs are untrue.
Medical myths BMJ Volume 335 pp 1288-9
21 - 28 December 2007
Puede requerir registro.

lunes, 26 de octubre de 2009

Mentira #7: Beber ocho vasos de agua al día te hace más saludable.

Uno de los tantos mitos repetidos por nuestros padres y abuelos y reproducidos constantemente en varios medios e incluso recomendado por muchos médicos.

El origen de este mito data de 1945 cuando se recomendaba que la cantidad de agua que los adultos deberían consumir durante el día debiera alcanzar los 2.5 litros; es decir, aproximadamente un mililitro por cada caloría consumida al día; lo gracioso del asunto es que muchas veces esa cantidad de agua es ingerida junto con los mismos alimentos.

En todo caso la idea de los ocho vasos ganó reputación científica cuando el nutricionista Frederick Stare recomendó, sin ningún fundamento, consumir la infame cantidad de agua que ya todos sabemos, lo mejor del caso es que aconsejaba tomar desde Té, pasando por leche y refrescos, hasta cerveza.

Desafortunadamente a Barney no le dijeron de los efectos secundarios.

En todo caso el mito ha sido desmentido en dos ocasiones; una por Heinz Valtin en el American Journal of Physiology y otra por Rachel C Vreeman y Aaron E. Carroll en una compilación de mitos médicos públicada en el British Journal of Medicine en diciembre de 2007.

Lo que si es innegable es que el consumir demasiada agua puede traer consecuencias nefastas, como lo pueden atestiguar los pacientes que sufren de potomanía o polidipsia o la desafortunada Jennifer Strange quien aprendió de la forma difícil que más agua no significa mejor…



Estaba que se moría por una Nintendo wii... Literalmente

Lo importante es consumir la cantidad de agua que el cuerpo nos pida sin caer en excesos, o tendremos que pasar por el dilema de este sujeto:

Antes de ir al peluquero y hacerme la manicura, beberé mi último sorbo de agua del día...

“La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua.” Miguel de Cervantes Saavedra

Fuentes, enlaces adicionales y notas:

C. Vreeman, Rachel & E. Carroll. Aaron
Many common medical beliefs are untrue.
Medical myths BMJ Volume 335 pp 1288-9
21 - 28 December 2007
Puede requerir registro.