sábado, 31 de octubre de 2009

Mentira #8: El Cabello y las Uñas siguen creciendo después de muerto.

Hoy en día los precios de una manicura y un corte de cabello están de muerte.

Recurso cinemático recurrente, el cabello y las uñas de los cadáveres siempre ha sido algo corriente en las caracterizaciones de las películas, pero ¿que tan cierto es el hecho de que seguiremos visitando al barbero hasta mucho tiempo después de morir?

Según el antropólogo forense William Maples, cosas tales como uñas de 30 cm de largo en forma de bucle y cabello al estilo Rapunzel en los cuerpos en descomposición no son nada más que recursos visuales que buscan impactar más no son reflejo de la realidad.

Sin embargo, éste mito al igual que la mayoría, tienen en parte un origen lógico; según Maples, cuando el cuerpo se va deshidratando, especialmente en los procesos de desecamiento que suceden al ser los cadaveres enterrados en el desierto, hace que la piel se contraiga alrededor de los folículos capilares y las uñas, creado así la apariencia de que ambos han crecido, en gran parte por el contraste entre la piel y tejidos contraídos y la parte expuesta de pelo o uña.

Cabe anotar que el crecimiento del cabello y las uñas está ligado a una compleja regulación hormonal en vida de la persona que por obvias razones no continua después de la muerte.

"El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones. Y muere lo mismo: sin dientes, sin cabellos y sin ilusiones." Alejandro Dumas

Fuentes, enlaces adicionales y notas:

C. Vreeman, Rachel & E. Carroll. Aaron
Many common medical beliefs are untrue.
Medical myths BMJ Volume 335 pp 1288-9
21 - 28 December 2007
Puede requerir registro.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Toda una verdad absoluta la del señor Alejandro Dumas. Por otra parte, la octava mentira descredita al Ilustre Nobel Colombiano quien en una de sus tantas novelas dice (k)“(…)y en la lápida de cantería carcomida por el salitre sólo era legible un nombre sin apellidos: Sierva María de Todos los Ángeles. Extendida en el suelo, la cabellera espléndida medía veintidós metros con once centímetros. El maestro de obra me explicó sin asombro que el cabello humano crecía un centímetro por mes hasta después de la muerte, y veintidós metros le parecieron un buen promedio para doscientos años.”(k)
Caray, le faltó verse algunos capítulos de CSI.

Luis Pachón dijo...

Ignoraba tal mención en las obras de Gabo, la verdad como no soy fan del Nobel no ando muy al corriente de sus trabajos. Gracias por el aporte Sonia.