jueves, 24 de junio de 2010

Mentira #11: El frío de los muertos


Revisando las noticias, de vez en cuando nos podemos encontrar con historias escabrosas que se desean fueran parte de las leyendas urbanas pero que tristemente son muy reales, como aquella de un bebé introducido en una vaca para contrarrestar una “yelada” (spoiler: el infante murió)



¿Que es una “yelada”?

“Yelada” es como se le conoce en algunas partes de Colombia al célebre “frio de los muertos”; según esta ridícula superstición, el estar en contacto con un cadáver o asistir a un entorno próximo al mismo (por ejemplo un funeral), hace que la persona viva empiece a acumular una especie de “mala vibra”, “fuerza siniestra”, “peso de los pecados” o simplemente “frío” que emana del otrora vivo que yace en un cajón inmóvil esperando su inhumación.


El mito se complementa con la creencia de que una persona cargada con “el frío de los muertos” no debe estar en contacto con un bebé recién nacido o de pocas semanas ya que le transfiere dicho “frío” causándole infinidad de enfermedades que al parecer son únicamente curables usando los tratamientos más ridículos posibles.

mayor el ridículo, mayor la efectividad

Para la gente sensata que lee este blog es evidente que el famoso frío de los muertos tiene una explicación más cientifíca que paranormal; y cuando decimos científica no nos referimos a un nivel en el que Penny estaría perdida sino al de secundaria en un colegio decente.

"Cuanto lamento no haber asistido a un colegio decente."

Por obvias razones los cadáveres se enfrían; primero, deja de circular la sangre y empieza a ponerse tibio el cuerpo; al cabo de unas horas (dependiendo de las condiciones climáticas) el cuerpo registra un descenso de la temperatura que al ser comparada con la de un humano vivo (por el tacto) es escandalosamente fría.

"brrr!"

Si a ese proceso normal le agregamos el hecho de que la mayoría de cadáveres son refrigerados para preservarlos hasta el proceso de embalsamamiento y/o funeral obviamente que el cadáver se encuentra muy, muy frío.

En ese orden de ideas podemos decir que si creemos en los supuestos efectos del frío de los muertos entonces debemos evitar el contacto con los neonatos después de visitar la sección de carnes del supermercado.


Fuentes, enlaces adicionales y notas:


"Siempre sentía demasiado frío por fuera, y demasiado vacío por dentro."
Golda Meir

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por Dioooos!!! Cómo pueden pensar en eso? Si fuera cierto yo ya habría "yelado" a unas cuantas personas, que hasta el momento continuan con perfecta salud. Jajaja, me causa mucha risa que existan esa clase de mitos, yo hasta ahora me entere de la existencia de ese popular frío. Qué triste por la bebé, no imagino que pudo haber sentido la niña...:S.
Gracias Luis por ilustrarnos...exito en todo!!!

Consuelo dijo...

Todo es parte de la necesidad de explicar fenómenos incomprensibles muchos años atrás, cuando el conocimiento no era público, y que van pasando de generación en generación. Lo lamentable es que aún sigan circulando.