sábado, 31 de diciembre de 2011

Mentira #18: Del alcohol estimulante y otros demonios (en realidad sólo alcohol)



Debido a los comportamientos ilustrados en el video, se asume generalmente que el consumo de alcohol estimula a las personas; en realidad el alcohol es un depresivo, ya que actúa en el sistema nervioso central, específicamente el centro de control del cerebro lo cual parece crear una sensación de relax y desinhibición.


A medida que se consume más alcohol los efectos se hacen más evidentes, se empieza a sentir letargo, no se pueden coordinar los músculos ni el habla ni las funciones mentales generales. Es por eso que es hilarante ver a los conductores ebrios intentando pasar las pruebas de los policías de tránsito.


Los efectos del alcohol en el cerebro son paulatinos pasando desde el lóbulo frontal hasta el cerebelo, y es en esta parte donde el consumo excesivo hace que se presenten condiciones fatales.

Contrario a la creencia popular, el alcohol no mata las neuronas, lo que hace es destruir los axones y dendritas que permiten la conexión entre las células del cerebro. La buena noticia es que dichas conexiones se regeneran con el tiempo. DVQS se atreve a especular que por eso es más gracioso ver a una dama ebria, ya que como las mujeres tienen el cerebro configurado de manera más cohesiva, la perdida de conectividad en masa las hace más hilarantes (Aunque está por ser verificado).

De igual forma el alcohol no hace entrar en calor (nos referimos exclusivamente a la temperatura, lector mal pensado), como es habitual asociar con la leyenda del San Bernardo que rescataba a los montañistas atrapados en los Alpes. La sensación se da porque los capilares de la piel se expanden por el consumo de la bebida, pero dicho efecto lo que hace es acelerar la perdida de calor corporal, es decir, es tan efectivo como soplarse las manos en invierno.


De igual forma se cree que la urgencia de ir al baño al consumir alcohol se debe a que se están consumiendo líquidos; en realidad lo que hace el alcohol es remover el agua de la sangre con un efecto que lleva a los riñones trabajar más para expulsar liquido que normalmente no se expulsa debido a un efecto anti diurético natural en el ser humano, de ahí el origen de la famosa resaca que hace que al día siguiente de una fiesta bucólica juremos nunca más beber alcohol.


Fuentes, enlaces adicionales y notas:

Varasdi, J. A. (1989). Myth information. (p. 10). New York: Ballantine Books.

McConnel, J. (1993, Noviembre 15). El alcohol no destruye las neuronas. El País. Retrieved from http://www.elpais.com/articulo/sociedad/alcohol/destruye/neuronas/elpepisoc/19931115elpepisoc_7/Tes


El día que leí que el alcohol era malo para la salud... dejé de leer.Jim Morrison

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